En el transcurso de las últimas semanas, se ha procedido a la fijación de las molduras que decoran la cornisa superior del interior del templo, y que por efectos de la humedad año tras años se habían desprendido. Vale recordar que ante el peligro que esto representaba, se tendió una doble línea de alambre a los efectos de sostenerlas ante una eventual caída.
Merece mencionar que estas molduras son de considerable tamaño y peso, de solidez absoluta.
