Paralelo a las obras, se continúa internamente trabajando en la catalogación de documentos y bienes históricos existentes en la Parroquia de la Inmaculada Concepción. Actualmente junto al equipo que trabaja en ordenamiento del archivo, el joven estudiante de museología Pedro Frunig, esta abocado a la tarea de registrar las piezas del juego de ornamentos que en su momento entregara al templo el Gral. Urquiza, en ocasión de su apertura en 1859.
Distintos historiadores locales, adjudican esta donación al mencionado prócer, habiendo sido comprado este pontifical blanco en Barcelona, por intermedio de las casas de Juan Rusiñol y de Jaime Civils de Montevideo en 1858. Si bien se mantienen los bordados en oro de los ornamentos la tela que los sostiene fué reemplazada en 1952. Esta tarea respondió a una orden episcopal dada en 1935 por el arzobispo de Paraná Mons. Zenobio Guilland. Como se observa la orden se cumplió 17 años después por iniciativa del Pbro. Zoilo Bel y bajo las manos de religiosas del Instituto de las Hijas de San José en Buenos Aires. Sorprendiendo la muerte al nombrado sacerdote, corresponderá al Pbro. Alfredo Frossard, terminar con la obra de recuperación de los ornamentos. La última pieza en regresar a la casa será el Gran Palio, ocurrirá en el año 1959.
El precio inicial de la restauración, había sido de $20.000 (1952), en 1959 se termino abonando la suma de $42.308.
Componen este juego las siguientes piezas: 1 casulla romana, 2 dalmáticas, 1 capa pluvial, 2 estolas romanas, 1 frontal, 1 cubre atril, 1 velo de cáliz, 1 palmatoria, 1 guía procesional, 1 velo humeral y el gran palio procesional.