Tras meses de trabajo lento en la obras de puesta en valor del edificio del templo de la Basílica, se han reiniciado las obras.Gestiones ante las autoridades respectivas, por parte de la empresa responsable, han permitido contar nuevamente con el dinero respectivo para llevar adelante las tareas.
Ello permitió que el día 8 de diciembre de 1012, fiesta de la Inmaculada Concepción, se pudiere habilitar la iluminación exterior, la que por su efecto decorativo, incremento la belleza y sólida magnificencia de este templo dedicado a la Purisima Concepción.
Una importante cantidad de reflectores de distintas intensidades, imprimen haces de luces blancas y amarillas, provocando sombras que realzan los campanarios, cúpula y cupulinas, frontispicio y columnas.
Igualmente, aún falta ajustar la iluminación de algunos sectores, como la cúpula y el atrio.
