Continúan avanzando las obras en el Templo de la Basílica de la Inmaculada Concepción. En este momento se ejecutan tareas de importante magnitud al interior del edificio consistente en la preparación de las bases, donde se realizarán las pinturas murales - a cargo del artísta paranaense Raúl Gonzalez - y en el pintado de las paredes y bóvedas de las naves laterales, como del cañón central. Además se trabaja en la puesta en lugar de los andamios (de más de veinte metros de altura), que permitirán la ejecución de estos obras.
En cuanto a la restauración de las imágenes, vale mencionar que se han recuperado dos imágenes en muy mal estado: una de San Pedro Apóstol, otra de San Rita, ambas se unen a otra de San Luis Gonzaga, ya restaurada. Las mismas han sido llevadas a la Abadía del Niño Dios de la ciudad de Victoria a efectos de intervenir en ellas.
A efectos de informar a la comunidad - y gracias a su colaboración -, ya se han podido restaurar seis imágenes de ángeles lucernarios, a los que se agregan las estatuas de San Luis Gonzaga, San Ramón Nonato y de Cristo Resucitado. Al momento se esta finalizando el trabajo en una figura de Nuestra Sra. de la Merced. Aún permanece en la Casa Parroquial un conjunto importante de imágenes a intervenir, las que por su tamaño, se hace complejo trasladar hasta la mencionada ciudad entrerriana. Estas serán trabajadas por el padre Leihkan en sede, junto a un equipo integrado al efecto.
También se esta finalizando con la limpieza de los brazos de bronce ubicados en las columnas; como de los dos arboles de luces que se encontraban en el altar mayor. Estos últimos también se han recuperado, y seguramente volverán a ocupar su lugar decorativo en el templo basilical. En cuanto a las tres arañas de bronce y vidrio que iluminaban los accesos al edificio, ya se encuentran terminadas, esperando el momento a ser reubicadas. Se esta evaluando la compra de dos arañas más de igual tamaño y diseño, (para ser ubicadas en las puertas laterales) a efectos de guardar la simetría del templo.
El trabajo de ordenamiento del archivo histórico, también continúa con agilidad. Hasta el momento se han catalogado más de 1500 documentos y que abarcan un período de más de 200 años. Esto permitió conocer ampliamente el origen de muchas de las piezas que se encuentran en la Basílica, como hechos y procederes internos a la Iglesia y a la comunidad en su conjunto. Resta aún por clasificar más de 3000 testimonios.
Todo esto ha sido posible gracias al dinamismo que impera en el equipo de trabajo integrado por profesionales en distintas ramas, obreros y voluntarios.