A diferencia de las originales, las nuevas serán de yeso y fibra de vidrio, mucho más livianas que las existentes hasta el momento y que por la humedad se fueron desprendiendo y cayendo al vacío, representando un alto peligro para los transeúntes del templo.
Se han encargado aproximadamente 24 ornatos de 40 x 25 cm, 5 flores de 25 x 25 cm, y 5 piñas de 20 cm. Esto no es óbice, para que realicen más piezas de recambio, ante una necesidad ocasional. El trabajo esta siendo llevado adelante por el taller de Raúl Rodriguez.